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ARGENTINA, ENTRE EL OCÉANO Y LOS RÍOS EL NUEVO ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS POR VENIR

 

ARGENTINA Y EL MERCOSUR

Es evidente, a través de los antecedentes de objetivos y proyectos realizados sobre el territorio del MERCOSUR, que la integración de la Cuenca del Plata y de sus áreas de influencia es de enorme trascendencia y la relación de esta organización fluvial / urbana para el desarrollo económico y productivo de Argentina y la Región, es fundamental.

En este sentido, el impacto de orientar al sistema fluvial y marítimo argentino como una de las piezas clave de las condiciones económicas del MERCOSUR, es aún más significativo cuando se lo vincula a otro tema de interés global: la Región es la cuarta reserva mundial de alimentos, energía y agua dulce.

MOVILIDAD E INTEGRACIÓN SOSTENIBLE

El Mercado Común del Sur es un bloque comercial cuyo propósito es promover el libre intercambio y movimiento de bienes, personas y capital entre los países que lo integran y su principal expectativa es avanzar a una mayor integración política y cultural entre sus países miembros y asociados.

El proceso de integración que ha marcado las distintas etapas de desarrollo del MERCOSUR, ha sido también un tiempo de transformación de la escala y la organización del territorio de sus ciudades.

Así, planteado el desafío de la integración, fortalecer el intercambio y la movilidad sostenible de los habitantes y las mercancías de la Región MERCOSUR y los países que lo componen, son temas principales ante el nuevo escenario internacional, orientado hacia procesos de interdependencia global.

RECURSOS RENOVABLES Y DESARROLLO

Los nuevos procesos de integración de Latinoamérica, por lo tanto, se están caracterizando por la inclusión de temas como el de los corredores de transporte bioceánicos, o las redes internacionales de comunicación o energía, lo cual incluye a la Región como una parte activa y atenta de este nuevo ciclo de la organización mundial.

Estas condiciones de ordenación física, explica la prioridad para Argentina, de incorporar procesos de anticipación en la ordenación de su territorio, lo cual incluso permitirá, ante la impersonalidad del accionar mundial, obrar de garantía y control de la calidad, identidad y seguridad de sus recursos naturales.

Es por ello que ante la dinámica de los procesos culturales y económicos de la mundialización, surge para Argentina la necesidad de un nuevo criterio de planificación territorial, a su vez impulsado por la localización en sus ciudades de nuevos polos de concentración de actividades, con alto nivel de desarrollo tecnológico, asociados a empresas de producción y servicios.

CRECIMIENTO SOSTENIDO

Este escenario, como en su momento lo fuera la Comunidad Europea o más recientemente el surgimiento de los movimientos asiáticos, significa la aparición de nuevas demandas, modificando la localización de las actividades productivas y de servicios, la especialización en la mano de obra y la adecuación de los corredores para el intercambio de mercancías, generando una transformación territorial de nueva escala, lo cual ha de expresar tanto la modificación de las relaciones comerciales internacionales, como en cada país el espacio interno de sus provincias y sus ciudades.

Estos procesos definen no solo el carácter urbano sino también el rural, en tanto es observable, tal es el caso del cultivo de soja en Argentina, que la extensión de las áreas de cultivo genera nuevas formas de colonización interna.

ARGENTINA, PRESENTE Y FUTURO

Argentina, es un país que ha basado tradicionalmente su desarrollo económico en su capacidad exportadora, es por ello que las relaciones de su intercambio comercial necesitan fundamentalmente, a la hora de asegurar su éxito, no solo de productos, sino de nuevas formas y calidad en la conectividad con los mercados de destino.

La trascendencia del estándar de aptitud de las infraestructuras destinadas al tránsito, transporte y comunicación, significa asimismo un asunto estratégico de la agenda global, en tanto por efecto de la proyección y dimensión del intercambio comercial internacional, se han transformado en un factor crucial para el mantenimiento de la competitividad y un aspecto clave de calificación de cada país.

En ese sentido el mercado argentino, por su organización y posición geográfica, está obligado a nivel nacional, regional e internacional a producir un intenso e importante tránsito para el movimiento de sus mercancías, por lo cual al encontrarse hoy esa demanda en constante crecimiento y verificarse anualmente un aumento exponencial en el número de las toneladas del comercio exportador, es mayor aún la expectativa de cómo dar factibilidad al número de toneladas / kilómetro futuras que podrán ser transportadas.

Basta comprender que Argentina posee 4.000 kilómetros de frente marítimo y más de 1.500 kilómetros de hidrovía fluvial, conformando un extraordinario espacio de diversidad geográfica y ambiental.

Pudiendo encontrar en el recorrido de esa notable dimensión marítima, las bases científicas de la Antártida en el extremo austral o las estratégicas posiciones portuarias de Tierra del Fuego, donde en las ciudades de Ushuaia y Río Grande, se localizan industrias de avanzada tecnología, explotación de hidrocarburos, producción de ganado lanar o el movimiento de un sofisticado centro turístico.

Luego, el extenso frente del mar patagónico de Santa Cruz, Río Negro y Chubut suma la extracción de minerales, gas y petróleo y una de las más importantes zonas pesqueras del Océano Atlántico como centro de la organización social.

Ya en la Provincia de Buenos Aires, la ciudad de Bahía Blanca, sin duda el puerto más importante argentino con 45 pies de calado y sede de un complejo petroquímico y de servicios logísticos de gran escala. Quequén y Mar del Plata completan la vía marítima, con puertos destinados a zonas rurales de cercanía y a la tradición pesquera.

En el territorio fluvial, la cuenca del Río de la Plata dispone de referencias a la logística y servicios destinados a la industria y a la contenerización de gran escala hacia el mercado global en La Plata, Dock Sud, Buenos Aires y Campana.

Y hacia el norte, la Hidrovía Paraná – Paraguay es la vía vinculante del polo de producción y exportación nacional, agrícola y ganadero más significativo, localizado en la región centro y mesopotámica, donde la actividad rural y los puertos graneleros ocupan el motor de la economía del país. Allí, la afirmación de que en pocos años Argentina producirá 100 millones de toneladas de granos, ya no causa asombro.

Junto a ello, la proyectada red de conectividad bioceánica hacia el Pacífico, agrega al conjunto fluvial y marítimo un enorme potencial estratégico dentro del esquema de los modos de intercambios globales.

Sin embargo, para que el conjunto de este territorio pueda ser sustentable y las estimaciones de crecimiento concretarse, deberán llevarse a cabo mejoras de infraestructura que hagan posible la movilización, acondicionamiento y conservación de los crecientes volúmenes a producir, siendo uno de los factores críticos que puede condicionar esa expansión, no disponer de buenos accesos viales y ferroviarios a las terminales de embarque y fábricas para canalizar las cosechas.

¿Dónde se concentra la principal zona de comercialización?
En la Hidrovía Paraná – Paraguay, eje nacional de una de las principales sedes de la producción alimentaría mundial.

Allí, la región del Gran Rosario es la que ha tenido el mayor crecimiento en el transporte de cargas terrestres del país en la última década, con volúmenes anuales del orden de los 7 millones de toneladas por vía ferroviaria y más de 60 millones por camión, concentrando el 30% del movimiento nacional de cargas de todo tipo.

Por los puertos instalados en su entorno se embarcaron en el 2003 más del 60% de las exportaciones de granos del país, del 85% de las de aceites y del 93% de las de subproductos.

Esta situación incluso se verá potenciada con el aumento de la producción de granos, ya que en su mayor proporción dicha expansión está teniendo lugar en esas zonas de Argentina, cuyas cosechas seguirán convergiendo sobre los puertos y fábricas del área metropolitana de Rosario.

A pesar de la importancia de esta Región como centro de concentración, la infraestructura de la red vial y ferroviaria de accesos a terminales de embarque, fábricas y demás instalaciones complementarias no han sido adecuadas; razón por la cual, sus niveles de capacidad se encuentran saturados en determinados períodos del año, manifestándose con mayor realismo en el modo ferroviario.

Surge entonces notable la necesidad de implementar una planificación estratégica para el sistema comercial y productivo local, incorporando a las formas de actuación pública y privada, las tendencias mundiales de “movilidad sostenible”, un aspecto fundamental dentro de la cadena de valor nacional con impacto en las relaciones internacionales.

Ante esta circunstancia, un punto de análisis de este notable incremento del movimiento general, es el desequilibrio imperante en el tipo de transporte en la Argentina: fluvial 3%, ferroviario 6%, camiones 65%, marítimo 11% y ductos 15%, en tanto un solo dato frente a esta estadística resulta evidente: el transporte por agua es veinticinco veces más barato que el ferroviario y la mitad que el automotor, circunstancia que obliga a admitir que ante la combinación de ambos factores: mayor crecimiento y mayor demanda, paulatinamente, ha de ser más grande el problema de congestión de las infraestructuras viarias, así como mayor la exigencia de atender temas hoy ya mundiales, referidos a las externalidades medioambientales y de siniestralidad.

NUEVAS POLITICA DE ESTADO

Para modificar esas significativas tendencias, la Administración Nacional a través de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, está abocada a una serie de proyectos con el fin de estudiar y promover nuevos modos de transporte alternativos y en red, donde el transporte fluvial, el ferrocarril y el automotor, configuren un sistema competitivo y eficaz, en base a las misiones encomendadas a su área.

En este contexto, el acontecimiento trascendental para el desarrollo de Argentina ha de ser, como producir un aumento en la calidad y la intensidad de su intercambio productivo, comercial y de servicios a escala nacional, regional e internacional.

Por ello y basado en la importancia y la relación entre la calidad de circulación con las distancias y movimientos del territorio argentino, uno de los puntos innovadores de los estudios en desarrollo es considerar a la movilidad a través de las vías navegables como una de las piezas estratégicas del desplazamiento futuro, posibilitando incluso poder cambiar las tendencias críticas de su organización social.

Ante esta circunstancia de nuevos desafíos, las políticas referidas a puertos y vías navegables han de ser de máxima importancia, pues serán las que deberán precisar una estrategia general y planificada sobre la moderna misión del territorio fluvial y marítimo, dotando de competitividad al conjunto del sistema productivo y logístico argentino.

EL SISTEMA DE NAVEGACIÓN DEL RÍO PARANÁ

En el marco de este nuevo camino y como punto de referencia de una estrategia ampliada, se ha iniciado el desarrollo del Plan Director del Sistema de Navegación Troncal del Río Paraná, con el fin de transformarse en un plan estratégico dentro de las Políticas Públicas de Argentina, intentando consolidar el principal beneficio de un proyecto regional: la conformación de operaciones con resultados en red.

Así, por su sinergia, las directrices de navegación del Río Paraná suponen el primer paso de una renovación conceptual y práctica del sistema fluvial y marítimo argentino.

Cuales han sido los aspectos fundamentales del proceso propuesto para redefinir el principal sistema troncal fluvial argentino:
1. Identificar los vectores más dinámicos y fundamentales para la organización del Plan, promoviendo la refuncionalización del sistema del tránsito y el transporte fluvial, como el factor clave a promover, y el que ha de construir las mejores relaciones entre los diversos modos de movilidad.
2. Diseñar una metodología abordada desde una perspectiva multidimensional, dando lugar tanto a los procesos económicos y productivos, como a los culturales y sociales.
3. Construir la convicción que los estudios de planificación del Sistema de Navegación del Río Paraná, configuran un proyecto de integración con impacto en las diferentes escalas del territorio: local, nacional e internacional.
4. Considerar que para la definición de un Plan de esta envergadura, la tarea desarrollada es necesaria pero no suficiente y que para sentar las bases de una convergencia general del sector de estudio hacia la integración regional, se deberá disponer de acciones de carácter decisorio de índole política que la favorezcan.
5. Enfatizar que la factibilidad de todo Plan radica en un proyecto adecuado de gestión de sus objetivos.
6. Reconocer la conveniencia que los impactos favorables generados por la integración territorial, se puedan transferir a la sociedad con el objeto de crear un espacio de innovación en la forma de pensar las estrategias y las políticas territoriales de la Nación.

OBJETIVOS PRINCIPALES

Con ese objetivo el Plan observa conveniente fomentar e instaurar una Política Regional de Zonas Especializadas, basadas en una estrategia de ordenamiento territorial con interés en promover un mejor vínculo entre las ciudades y sus puertos.
• Generando a través de instrumentos administrativos, legislativos y ejecutivos con base en los Puertos y Municipios implicados, nuevas Zonas Especiales con el fin de estudiar las diversas y diferentes oportunidades que presenta cada lugar identificado.
• A partir de ello, el sistema a conformar entre las diferentes Ciudades Puertos que constituyen las Zonas de Gestión Especial se verán interrelacionadas a través de la planificación y el desarrollo de la Hidrovía, el cual se constituirá en un vínculo estratégico de la producción, el medio ambiente y la dinámica de la sociedad.
• Asimismo la identificación y selección de Zonas Especiales ha de fomentar la conectividad en base a un modelo de Movilidad Sustentable permitiendo planificar un inventario de obras de infraestructura destinadas a vincular los diferentes modos de transporte existentes para generar intermodalidad.
• Al Identificar las diversas Zonas se ha de afianzar la diversidad en los tipos tecnológicos y de servicios de las instalaciones portuarias, facilitando de ese modo la organización del sistema general, dotando al territorio de un carácter derivado de su especialidad.
• Esta circunstancia ha de permitir generar en base a la carga predominante, la creación de un Banco de Proyectos Portuarios que orientará el formato y tipo de planificación de las Ciudades identificadas, sirviendo de modelo ejemplar a otros casos del sistema fluvial y marítimo nacional.

EL NUEVO ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS POR VENIR

Se abre así en Argentina, un espacio de reflexión y acción estratégica, sobre uno de los temas más apasionantes del presente siglo, la construcción de los modernos vínculos globales a través del rediseño de los sistemas nacionales.

En tiempos de notables conflictos mundiales por el uso y la organización del territorio habitado, asumir el espíritu épico que caracterizó históricamente el movimiento del hombre a través de mares y ríos, quizás sea una referencia determinante para la conquista del futuro por venir.

Autor
ROBERTO CONVERTI
Director de OFICINA URBANA. Dedica su actividad profesional a la planificación y diseño de proyectos estratégicos en ciudades, con especialización en propuestas concertadas entre el sector público y privado.
Es miembro e integrante del Comité de Expertos de la Asociación Internacional de Ciudades y Puertos.
Profesor invitado y conferencista, en numerosas Universidades e Instituciones de la Argentina y del exterior de su país.

Fuente: Portus 15https://portusonline.org/wp-content/uploads/2021/12/Argentina_entre_el_oceano_y_los_rios.pdf

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